martes, 4 de mayo de 2021

Racismo, discriminación y muerte en el Roca: el asesinato de Marcelina y su bebé Alejandro

 El 10 de Enero de 2001 la xenofobia y la imbecilidad mezclada con odio berreta e ignorante mataron a una mujer de 30 años y a su hijo de 10 meses. Sucedió en el Roca, cerca de la estación Kosteki y Santillán, en ese momento llamada Avellaneda.



Marcelina Meneses nació en Bolivia y emigró con su familia a nuestro país a mediados de la década de los noventa. Trabajaba en un supermercado y vivía con su esposo, el albañil Froilán Torres y sus dos hijos en Ezpeleta.

 


El miércoles 10 de enero Marcelina y su hijo menor, Alejandro, tomaron alrededor de las 9 horas en la estación Ezpeleta un tren que partía con destino a Plaza Constitución. Ellos iban a un hospital de Avellaneda para una consulta médica para el pequeño. Con el chico en su espalda y algunas bolsas y bolsones apenas pudo acomodarse cerca de la puerta, pensando que de esa manera se le iba a facilitar el descenso, ya que el tren iba completo. Iba parada, porque nadie tuvo la decencia de cederle el asiento a pesar que viajaba con un bebé de pocos meses. Cuando se aproximaba a su destino, al intentar acercarse a la puerta golpea accidentalmente con un bolso a un energúmeno de unos 65 años que le grita “boliviana de mierda”. La señora, mostrando una dignidad que seguramente su ofensor nunca tendrá, hace caso omiso al insulto y continúa su trabajoso camino. A pesar de la intervención de un pasajero, Julio Giménez, en defensa de Marcelina, un ataque xenófobo se desató con violencia singular. Marcelina Meneses fue insultada y maltratada y en un confuso episodio que involucró a un hombre llamado Daniel, empujada hacia las vías con el tren en movimiento. Ella y su pequeño hijo fallecen.. Nadie, salvo Giménez, acudió en su defensa, nadie se indignó ni buscó al culpable, ni se intentó detener e identificar al asesino. Las autoridades del ferrocarril hicieron todo lo posible por enterrar el caso, afirmando que fue atropellada cuando caminaba por las vías. Y la policía y la justicia encabezada por el fiscal Devoto tampoco mostraron interés por encontrar a los responsables. 

Los carteles y volantes que la familia de la víctima distribuyó en la estación consiguieron acercar al testigo Giménez y difundir las verdaderas circunstancias en las que se produjo el asesinato de Marcelina y su bebé. A pesar de los obstáculos interpuestos por TMR y la indiferencia de las autoridades que hicieron que el doble crimen de odio quedara impune, la familia no se amilanó y continuó con la difusión del caso. Gracias a estas gestiones y al apoyo de distintas organizaciones que luchan contra el racismo y la discriminación, la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, por Ley N° 4409/12, declaró el 10 de enero, día en que murió, como Día de las Mujeres Migrantes. Como homenaje y como afirmación de los derechos de todas las mujeres migrantes y sus familias. Desde 2018 un mural en la línea E del Subte la recuerda.




El Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses, con sedes en Ezpeleta y Buenos Aires, es una organización de la sociedad civil que promueve la defensa, la atención y el acompañamiento de los derechos de las mujeres migrantes y sus familias, dentro su contexto territorial.





El ferrocarril en San Marino

                               La República de San Marino tiene poco más de 30.000 habitantes y 61 km cuadrados de superficie. Está ubicada ...