martes, 23 de octubre de 2018

Ferrocarril Provincial Estación Saladillo Norte







A fines de 1912 el Ferrocarril Provincial trabajaba en el tendido de las vías del ramal que partiría de La Plata para llegar a Mira Pampa.  El 7 de febrero de 1913 se inauguró el tramo que llegaba hasta Saladillo. El Ferrocarril del Sud no permitió la construcción de una estación en la ciudad por lo que el Provincial tuvo que edificarla a cinco kilómetros. La estación se llamó Saladillo Norte y operó hasta el 28 de octubre de 1961. El Manual de Estaciones de 1958 nos dice que estaba habilitada para pasajeros, carga, hacienda encomiendas y telégrafo. Aunque en sus últimos años estaba prácticamente desmantelada.


Oscar Rodríguez y Francisco Valsecchi, últimos Jefe y Auxiliar en Saladillo Norte
 Aquí Saladillo – 02-09-1967

Los pasajeros que querían bajar en la ciudad y estaban en buena condición física, se apeaban en un lugar de la traza, dentro de la ciudad de Saladillo, donde la formación aminoraba la marcha. Los demás tenían que utilizar los coches de alquiler que estaban dispuestos en Saladillo Norte y que les permitían llegar a la ciudad. Ese lugar pasó a ser conocido como “El Apeadero” y, años mas tarde, cuando el FCS flexibilizó su posición, se construyó allí una estación, inaugurada el 23 de Octubre de 1927,

domingo, 21 de octubre de 2018

Un unitario muy tacaño - Estación Salvador María


Salvador María es una localidad del Partido de Lobos, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra 18 kilómetros de la ciudad de Lobos, y a 5 kilómetros de Villa Loguercio (Laguna de Lobos).



La estación Salvador María fue inaugurada en 1884 por la compañía Ferrocarril del Sud.   Según el Manual de Estaciones de 1958 pertenecía al Ramal Empalme Lobos – Saladillo del Ferrocarril General Belgrano. Estaba habilitada para pasajeros, encomiendas,  hacienda telégrafo y carga. Hoy es una intermedia del suspendido servicio del Ferrocarril Roca que unía Constitución con Gral Alvear y Saladillo. El nomenclador recuerda a Salvador María del Carril.
El pueblo tiene menos de mil habitantes y en los últimos años el pueblo ha tenido un cierto crecimiento inmobiliario. De esto dan fe las nuevas construcciones y los trabajos para ampliar el Colegio Secundario de la localidad. Son muy conocidos sus carnavales, que convocan una importante cantidad de pobladores locales y vecinos de pueblos cercanos. La salida de la estación, que no está en buenas condiciones, da a un boulevard asfaltado de seis cuadras que termina en la Iglesia y reúne la mayor vida comercial del lugar. Cercano al pueblo se encuentra un bañado, donde nace un pequeño arroyo que desemboca en la Laguna de Lobos.


Salvador María del Carril nació en 1789 en la hoy provincia de San Juan. Estudió leyes en la Universidad de San Carlos en Córdoba, donde se doctoró en 1816, de la mano de su mentor, el Dean Funes. Gobernador de San Juan en 1823 fue depuesto por un sector de la población, disgustada con la promulgación de la Carta de Mayo,  la primera constitución provincial, que se inspiraba en el ideario liberal estadounidense. Incluía la libertad de cultos, medida progresista pero inútil, ya que en San Juan eran muy pocos los que no profesaban el catolicismo. También incluía algunas disposiciones francamente retrógradas: no cambiaba el estatus jurídico de los esclavos ya existentes, limitaba el ejercicio de la libertad de expresión y establecía una especie de voto calificado.  Otra medida controvertida de su gobierno fue la decisión de cerrar los conventos, que en esa época tenían gran utilidad como escuelas.

Depuesto por una revolución, gracias al auxilio del gobernador de Mendoza volvió al cargo. Pero por poco tiempo, ya que se mudó a Buenos Aires para ser el ministro de Hacienda de Rivadavia. Bien podría decirse que toda su obra apuntó a facilitar las ganancias de los “amigos del poder”. Cualquier semejanza con la actualidad…Algunas medidas muestran su exitosa gestión:  
-          Promovió la Ley de Consolidación de la Deuda, que hacía de todos los bienes naturales del Estado aval del empréstito con la casa inglesa Baring Brothers y
-          Fue autor de la Ley de curso obligatorio del papel moneda y la convertibilidad del mismo en metales preciosos, descripta por Vicente F. López como la mas absurda implementada en país alguno. Pronto los lingotes de oro y plata que constituían las reservas del Estado pasaron a manos de poderosos comerciantes. Por esto los integrantes del Partido Federal lo apodaron “doctor Lingotes”
-          Además facilitó y prohijó la conformación de la Compañía de Minas, de capitales extranjeros, retaceó fondos a las tropas que peleaban contra el Brasil, desvió fondos para solventar revoluciones unitarias y apenas se enteró de la renuncia de Rivadavia, libró numerosas órdenes de pago, con la intención de comprometer al siguiente gobierno.

Dorrego cuestionó públicamente el plan económico y los negociados de Del Carril y Rivadavia. Por eso no resulta extraña su destacadísima participación en el asesinato (fusilamiento) de Dorrego. Fue uno de los instigadores mas siniestros, ya que demostró plena conciencia de lo injusto de la determinación que él mismo recomendaba. La carta que dirigió a Lavalle finalizaba con la solicitud de que la quemara, probablemente para escapar del juicio de la historia. Pero Lavalle no la quemó, dejándolo expuesto y cercana su muerte, vio como esos documentos fueron publicados por el diario La Nación. Se le adjudica una frase francamente esclarecedora, usada para justificar sus acciones: “si es necesario mentir a la posteridad, se miente”.
El acceso de Rosas al poder no fue una buena noticia y Del Carril, amigos y familiares huyeron lo mas rápido que pudieron hacia Uruguay. Protegido por Rivera, participó de todas las acciones de la campaña contra Rosas.  La urgente salida le permitió llevarse poco mas que lo puesto, así que su economía no se presentaba floreciente. Pero a pesar de esta situación, y de ser ya un cuarentón, se dio tiempo para encontrar una esposa de diecisiete años. Se casó en Mercedes, Uruguay el 28 de septiembre de 1831, con Tiburcia Domínguez. Tuvieron siete hijos y sufrieron cierta precariedad económica
Caseros lo devolvió a los primeros planos. Sin Rosas, este ex unitario recalcitrante se acercó a Urquiza, con quien lo unía un interés superior: enriquecerse cueste lo que cueste. Primero legislador, luego constituyente, vicepresidente de Urquiza y al final de su carrera política obtuvo una “jubilación honrosa y rentable” como miembro de la Corte Suprema de Justicia. Se convirtió en latifundista de General Alvear: así como Urquiza tenía una estancia llamada La Paulina, Salvador María tenía Polvaredas, La Porteña y San Justo entre otras.



Pero la afinidad con Urquiza no era total: mientras el entrerriano era amigo de los lujos y las mujeres, Del Carril era sumamente medido en sus gastos, mas bien tacaño. Ahí comenzaron los problemas con su mujer: desde su óptica, la dama gastaba más de lo que debía. Compraba vestidos de moda, joyas y perfumes caros.  Cómo la prédica del marido no tuvo éxito, pasó a la acción: en 1862 publicó en los diarios de Buenos Aires la siguiente nota:

“No me haré responsable del pago de nuevas deudas de la señora, y solicito se le suspenda definitivamente el crédito”. Firmado Salvador María del Carril.

No es difícil imaginar el escandalete que se armó dentro de la alta sociedad porteña, y como la situación abochornó a Tiburcia. A tal punto se enojó que prometió no volver a dirigirle la palabra, promesa que mantuvo durante mas de veinte años, hasta la muerte de su marido, en 1883. Cuentan que cuando se enteró, Tiburcia sólo preguntó la cantidad de dinero que había dejado. Y a partir de ese momento, luego de repartir la herencia con sus hijos, se dedicó a gastar sin culpas.

Pero, y tomen nota aquellos que no temen pelear con sus esposas, algunas mujeres no tienen límites para concretar su venganza. Doña Tiburcia, amorosa abuela y dulce madre, resultó inflexible con Salvador María. En su testamento dejó expresas indicaciones para que su monumento en el mausoleo del Cementerio de Recoleta se colocara de espaldas al de su esposo: “No quiero mirar en la misma dirección que mi marido por toda la eternidad…”



miércoles, 29 de agosto de 2018

Unión Ferroviaria


La parada Unión Ferroviaria, del ramal Ezeiza-Cañuelas se inaugura el 24 de junio de 1912, cuando respondiendo a una solicitud de un grupo de residentes ingleses, muchos de ellos directivos de la empresa ferroviaria Ferrocarril del Sud, se habilita al servicio público un rudimentario apeadero que recibe el nombre de “Parada Links”. Estaba ubicada junto a un campo de golf, de ahí su denominación.



Durante el gobierno de Perón la nomenclatura fue cambiada por “Unión Ferroviaria”, en homenaje al mas numeroso de los sindicatos del sector y probablemente en ese momento, el mas importante del país. Contaremos brevemente algunas cosas de la génesis de este gremio: el antecedente mas importante entre todos los intentos de unificar a los trabajadores ferroviarios en una sola organización gremial se remonta al 5 de enero de 1912 cuando obreros del FC del Sud y del FC del Oeste fundan la "Federación Obrera Ferrocarrilera" que se diluye después de las grandes huelgas de finales de la década del 10. En 1920 se organiza la Confraternidad Ferroviaria conformada por el Sindicato de los Talleres Ferroviarios, el Sindicato de Tráfico y la Fraternidad. Ante la resistencia de esta última a reunirse con las otras ramas de la actividad en un sindicato único los dos restantes (Talleres y Tráfico) se reúnen el 5 de Octubre de 1922 y convocan para el día siguiente, 6 de Octubre, al Congreso Constituyente de la Unión Ferroviaria. El gremio desde sus inicios tomó una postura proclive a la negociación con el poder político y a la constitución de una central obrera que aglutinara a todos los sindicatos de trabajadores para negociar con el poder político desde una posición de fuerza. Por el número de afiliados, pero también por su capacidad de organización fue protagonista crucial en el proceso de nacionalización y uno de los principales gestores de la unidad de movimiento obrero argentino en torno a la figura de Perón.






Turdera


La parada ferroviaria, nominada inicialmente Kilómetro 19,448, y luego Estación Turdera, se habilitó el 8 de marzo de 1909.  Su nombre, recuerda a las hermanas Inés y María Eugenia Turdera, que donaron las tierras en donde se construyó. Las señoras habían heredado las tierras que originalmente eran conocidas como “Loma de las hormigas”, las que luego lotearon.
El acto fundacional de Villa Turdera sucede el 30 de enero de 1910 cuando se coloca la piedra fundamental de la Iglesia San Pablo. El plano del pueblo fue realizado por el constructor Riziero Preti y el primer remate de tierras se había realizado en 1908. Fueron 3500 lotes que salieron a la venta a 1.500 y 2000 pesos cada uno a pagar en 80 meses. Los planos definitivos fueron aprobados en junio de 1910.
El tendido férreo no fue fácil y el Ferrocarril del Sud debió construir la vía “en trinchera”, ya que a la altura de la estación Turdera el terreno se encuentra en una loma a 25 metros sobre el nivel del mar. El edificio también está a bajo nivel. Junto a la parada se construyó un puente carretero de ladrillos que al ensancharse la avenida Yrigoyen se demolió, reemplazándolo por otro de hormigón.
La estación se habilitó para pasajeros, encomiendas y telégrafo, recibiendo y despachando cargas por vagón completo únicamente y maquinaria pesada sólo con previo arreglo.



Muchos de los pasajeros del ferrocarril que se bajaban en Turdera iban al templo de  María Salomé Loredo y Otaola viuda de Subiza, mas conocida como la Madre María. En la calle 9 de julio 720 se halla la casa de la familia Bisighini, que en noviembre de 1915 albergó a un verdadero mito popular: la Madre María. Como predicaba la austeridad y consideraba que su vida debía ser consecuente con sus palabras pronto se mudó a una casa de madera y chapas, pero la familia construyó un templo para difundir su doctrina. Numerosos adeptos asistían a escuchar sus prédicas que continuarían sus "apóstoles". El templo de Turdera fue epicentro de numerosas campañas de ayuda solidaria, además de un lugar de prédica y de recogimiento espiritual. El 2 de octubre de 1928 en Temperley se produce su muerte, que había anunciado tres meses antes. Se produce entonces una gigantesca muestra de dolor popular por parte de la gente que, según La Nación “hallaba en la elemental taumaturgia de la Madre María lo que la ciencia no puede ofrecer y la religión se niega a dar”. Una multitud la veló en su casa de Turdera y la acompañó hasta el Cementerio del Oeste (Chacarita).

 Fotos: Magazine Rumbo al Sud (www.rumboalsud.com.ar)

La estación que recuerda a un marido un poco abusivo: Tristán Suárez



La estación ferroviaria de Tristán Suárez recibió su primer tren el 16 de julio de 1885, aunque la habilitación para el servicio público fue al día siguiente. Su denominación original fue Llavallol y la construyó el Ferrocarril de la Provincia en el km 17,625 de su ramal Temperley-Cañuelas, como intermedia. Un tiempo después, y a través de la “Circular relativa al cambio de nombres de estaciones” emitida por Director General del Ferrocarril de la Provincia, Reynaldo Otero, se le impone el nombre de Tristán Suárez, en homenaje al productor rural que donó las tierras para que se construyera, aunque en realidad esos terrenos no eran propios, le pertenecían por herencia a su mujer, Virginia Acosta. En 1890 y como consecuencia de la crisis económica nacional y provincial, el ramal es vendido al Ferrocarril del Sud, quien se hace cargo de la operación,  en una transacción cuestionada por muchos.
Originalmente parte de San Vicente, Tristán Suarez se integró a Esteban Echeverría a partir de 1913 y hoy es una importante localidad del partido de Ezeiza. La actividad económica principal es la agropecuaria, con numerosos tambos, granjas y pequeños establecimientos rurales. Pero en los últimos tiempos se han instalado numerosos comercios y algunas industrias en el casco urbano, muy mejorado gracias a la pavimentación de sus calles y a las nuevas construcciones que han modificado favorablemente su fisonomía.  

Spegazzini


Inaugurada el 5 de diciembre de 1950 con el nombre de “Kilómetro 41.410” pasó a denominarse Carlos Spegazzini cuatro años después. El origen de la urbanización de la localidad fue el fraccionamiento de las tierras en parcelas  para ser utilizadas por pequeñas industrias y explotaciones agrícolas.
Rinde homenaje en su nomenclador a Carlos Spegazzini. Nacido en 1858 en Aosta, Italia, llegó a la Argentina en 1879. Docente universitario, fue decano de la facultad de Agronomía y Veterinaria y miembro de Honor de la Universidad. Como funcionario del ministerio de Agricultura fue jefe de la Sección Biológica Vegetal y Director de Agricultura y Defensa Agrícola en 1912. Obtuvo fama universal como micólogo y fundó el Herbario del Ministerio de Agricultura. Falleció en la ciudad de la Plata en 1926.



Sourigues



La parada ferroviaria se habilitó al servicio público el 15 de Abril de 1939 como Apeadero Km. 29,612 sólo para ascenso y descenso de pasajeros (“…el equipaje que no sea bulto de mano deberá ser cargado o descargado, según el caso, por el interesado directamente en el furgón…”, nos dice el Manual de Estaciones) y dependía del jefe de la estación Bosques.
Ubicada en el cruce de las vías del ramal con el Camino General Belgrano, esta habilitación respondió a un reclamo vecinal y fue decisiva para la radicación de nuevas familias en la localidad.
Un plano utilizado en uno de los loteos realizados en aquella época se refiere a la zona como el pueblo Juan Díaz de Solís, pero el uso de tal denominación no se generalizó. El 28 de octubre de 1949 las autoridades nacionales, ya a cargo de los ferrocarriles, le impusieron el nombre de Carlos Tomas Sourigues a la parada.



Carlos Tomas Sourigues  nació en Bayona, Francia, el 21 de diciembre de 1805.  Llegó a Buenos Aires entre 1835 y 1840 y obtuvo del gobierno de Rosas licencia para enseñar francés y matemáticas. Además efectuó trabajos urbanísticos en la ciudad de Buenos Aires y cumplió por encargo de Rosas algunas misiones políticas. En 1850 se trasladó a Gualeguay, donde trabajó como maestro y agrimensor. Presidió el Departamento Topográfico de Entre Ríos y desempeñó distintos cargos políticos y militares en la provincia, alcanzando el grado de coronel. La revolución de López Jordán lo encuentra a cargo de la jefatura política de Concepción del Uruguay, entonces capital de la provincia. El 12 de julio de 1870 morirá luchando contra los insurrectos.

Tapiales




El primer  loteo se realizó a finales de 1905, escriturándose las primeras parcelas al año siguiente. El 23 de enero de 1908 se inaugura la estación del ferrocarril y apenas dos años después contaba con varios comercios y una sociedad de fomento. Los primeros habitantes fueron familias de ferroviarios, que adquirieron sus terrenos con grandes facilidades de pago. Tapiales fue la gran playa de clasificación del Midland, con 12 kilómetros de vías auxiliares, un gran depósito con capacidad para 20 locomotoras.



La nomenclatura de la estación recuerda a la antigua estancia colonial de Los Tapiales de Altolaguirre, conocida así porque su edificio principal estaba cercado con tapias (cerco hecho con tierra amasada y apisonada en un molde) a las que revistió con tunas. El casco de la chacra fue declarado monumento histórico nacional en 1942 y en 1963 “predio de utilidad pública” expropiándolo y dejando a la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires a cargo de su conservación.
El manual de estaciones de 1958 nos dice que era una estación de un ramal de segunda categoría, habilitada para operar con pasajeros, encomiendas, carga, telégrafo y hacienda.



Talleres de Escalada y la Colonia Ferroviaria


Los primitivos talleres del Ferrocarril del Sud se encontraban en Barracas al Sud, pero ya para 1875, apenas a diez años de la inauguración, sus instalaciones resultaban insuficientes. Un primer traslado los llevó al otro lado del Riachuelo, al predio donde hoy se encuentra la estación Solá

Ante la necesidad de una nueva ampliación, en 1897 el Ferrocarril Sud  compra un terreno de más de 1.200.000 metros cuadrados a la altura de los kilómetros 11 y 12, entre Lanús y Banfield para edificar los nuevos talleres. Al año siguiente fue enviado a Londres el primer anteproyecto que contemplaba la construcción de talleres generales, almacenes, depósitos, oficinas y dos vías principales que se agregaban a las existentes desde el Kilómetro 9.250 hasta el Kilómetro 12.004, (destinadas al tráfico de trenes de pasajeros quedando las preexistentes para las formaciones de carga). El 5 de julio de 1899 se realiza la ceremonia en la que se coloca la piedra fundamental y un mes después los planos definitivos fueron presentados ante las autoridades para su aprobación. Inaugurados el 26 de octubre de 1901, su primera denominación fue Talleres Banfield, aunque pronto pasaron a ser conocidos como Los Talleres, al igual que la parada que el FCS construyó  para sus empleados. Esta era una plataforma de 90 metros de largo por 10 metros de ancho, con un abrigo de 40 metros de largo. El 16 de agosto de 1902 (para algún historiador en abril) se habilita la estación, ya con su construcción definitiva.


Puede decirse que el pueblo se conformó a partir de la noticia de la construcción de los Talleres. Esto impulsó la realización del loteo y posterior  remate de grandes extensiones de tierras, con la consiguiente radicación de nuevos pobladores y la instalación de los primeros comercios.

El 21 de julio de 1923 luego de un curioso procedimiento de selección en el cuál se desoyeron todas las sugerencias de los consultados, se le impuso a la localidad y a la estación el nombre de Remedios de Escalada en homenaje a la esposa de General José de San Martín.


La Colonia Ferroviaria
En agosto de 1900 el FCS decidió comenzar la construcción de viviendas sobre el Camino Real (hoy Av. Hipólito Yrigoyen). Se asignaron a los jefes de Tracción, Talleres y Almacenes, al auxiliar del jefe de Tracción y Talleres, a los encargados de los Talleres y a inspectores de material rodante. Posteriormente la empresa encaró, del lado Este del Taller, la construcción de diez casas de primera, diez casas de segunda y treinta y dos casas de tercera clase destinada al  personal del Departamento Tracción. Incluía un club y una plaza
El alquiler mensual se fijó en m$n 30 para las de primera categoría (de cuatro habitaciones); 20 pesos para las de segunda categoría (tres habitaciones)  y 16 pesos para las casas con dos piezas y cocina.

Sarandí


La historia de la localidad se remonta a 1580, cuando Juan de Garay y sus hombres recorrieron la zona y se reservó las tierras al adelantado. A partir de mediados del siglo XVIII existían establecimientos dedicados a la explotación ganadera. También existieron asentamientos de Kilmes y Acallanes desplazados por la fuerza de sus poblaciones originales por los conquistadores. Los movimientos de animales, personas y carretas hicieron caminos que utilizaron cotidianamente arreos, viajeros y expedicionarios. Así sucedió con el Camino Real del Sud que partía de la Plaza Mayor y cruzaba el puente sobre el Riachuelo hacia los "pagos de MagdaIena" siguiendo el trazado de la actual avenida Mitre, y cruzando el arroyo Sarandí. En 1852 se inaugura una posta del servicio de mensajerías y diligencias y algunos años después una grasería.
El paraje conocido como Sarandí vio pasar su primer tren de pasajeros el 18 de Abril de 1872, cuando se inauguró el servicio hasta Quilmes del Ferrocarril de Buenos Aires a la Ensenada. La estación, que fue llamada "Presidente Gral. Mitre" fue habilitada en 1874, cuando ya era punta de rieles Ensenada.



Alrededor de la estación empezó a generarse un núcleo poblacional y las tierras se valorizaron. Los lotes eran de importante extensión en esta primera etapa de población y la actividad productiva predominante era la agricultura en pequeña escala, tambos, criaderos de cerdos y alguna pequeña industria rudimentaria. Aunque las viviendas en su mayoría eran de adobe, chapas y maderas pronto comenzaron a verse modestas construcciones de ladrillo.
En 1908, ya parte de la red del Ferrocarril del Sud, se modifica  él nombre de la estación General Mitre por el de Sarandí, haciéndolo coincidir con el del pueblo y el del arroyo que corría a través de él. Este recibe a su vez ese nombre de un arbusto que abunda en sus orillas, el Cephalantus Sarandí.
La estación estaba habilitada para pasajeros, encomiendas y telégrafo, según el Manual de Estaciones de 1958.

Monte Grande


La familia Gutiérrez de Humanes a finales del siglo XVI recibió del gobernador de Buenos Aires (en nombre del rey) una merced que les otorgaba la propiedad de una extensión de tierras que ellos mismos denominaron "Monte Grande".




El pueblo de Monte Grande se funda el 3 de abril de 1889,  a partir de un loteo realizado por la Sociedad Coni, Sansisena y Cia,



La estación del ferrocarril se habilitó el 20 de Julio de 1889 y su edificio fue construido por los responsables del loteo. Si bien Simón Gastón Sansinena nunca fue el propietario del edificio, en su condición de accionista de la sociedad, lo usó como oficina hasta la habilitación de la estación. Allí registraba la gran cantidad de hacienda que recibía para su estancia La Negra, de ahí que muchos le adjudicaran la propiedad del mismo.
La estación era intermedia del ramal Temperley-Cañuelas y el servicio contaba con cuatro frecuencias diarias; dos por la mañana y dos por la tarde.. Tenía dos andenes, dos galpones y una vía auxiliar.




Seis años después contaba con tres andenes (además de la vía auxiliar utilizada para maniobras)y una pequeña cabina para cambios de vías. El personal estaba compuesto por el jefe, un auxiliar, un telegrafista y el guarda-agujas.
En 1896 una Comisión de Fomento de Monte Grande acuerda con el gerente del FCS, Frank Henderson, mejoras en el servicio que contemplaban a partir del año siguiente diez frecuencias de ida y vuelta entre Temperley y Cañuelas, además de un servicio adicional entre Monte Grande y Temperley cada sesenta minutos que podía transportar hasta  20 pasajeros de primera clase y 30 de segunda, y realizaba un viaje de ida y vuelta cada hora durante el día.

Si bien no hay documentación específica que lo demuestre ya en1913 se había construido el paso subterráneo, el primero del ramal Temperley – Cañuelas.
La estación del ferrocarril recibió el mismo nombre que el pueblo pero el 24 de septiembre de 1926 se decidió denominarla  Esteban Echeverría.  Luego de diez años de reclamos vecinales, en 1935 vuelve a su anterior nomenclatura.



Luis Guillón

En 1910 la firma Tancredi, Del Porto y Cía. remató 256 lotes ubicados “entre Llavallol y Monte Grande”. Al nuevo pueblo lo bautizaron “Villa de Mayo”. Los interesados viajaron en un tren especial que partió desde Plaza Constitución y se detuvo frente al fraccionamiento “Villa de Mayo”, junto a una plantación de eucaliptos. Originalmente el nuevo poblamiento tenía 56 manzanas de forma rectangular. Al año siguiente se vendieron las parcelas remanentes en 80 cuotas de 4 pesos cada una, sin interés, con títulos garantizados y perfectos, más escrituras matrices gratis. 


El plano con el que se promocionaba el loteo no se caracterizaba por su compromiso con la realidad: figuraban correctamente las vías del ramal Témperley – Cañuelas sin señalar parada alguna a la altura del loteo, pero también aparecen sobre la actual calle San Martín las imaginarias vías del tramway eléctrico de la proyectada y nunca concretada línea Témperley – Monte Grande y, en un alarde de creatividad, se prometían manzanas alambradas, cada lote con sus correspondientes mojones, luz en las esquinas y un colegio.

En 1924 en el pueblo, que contaba ya con alrededor de 120 casas y treinta abonados al servicio ferroviario, se formó una “Comisión pro estación Villa de Mayo”, para solicitar la instalación de una parada. Los vecinos que gestionaban la construcción de un apeadero o estación se reunieron “in situ” con las autoridades del FCS para convenir el lugar mas apropiado. Este resultó ser el emplazamiento de un eucalipto (donde hoy se inicia la calle Mendoza), en el centro de “Villa de Mayo”. El eucalipto, convertido en monumento histórico municipal por un decreto del 17 de enero de 2003, aún sobrevive. 


La primitiva parada fue denominada “Kilómetro 23.450” y se habilitó al servicio público para pasajeros y encomiendas solamente el 6 de noviembre de 1926. En un principio sólo contó con un reparo de madera sobre el andén ascendente. Algún tiempo después se construye el del otro andén y, por solicitud de los pobladores, se le impone el nombre de un reconocido propietario de la zona, Luis Guillón (1851-1923).


Ingeniero Budge


La localidad de Ingeniero Budge esta ubicada en el partido de Lomas de Zamora. Estas tierras pertenecían a la Estancia El Cabezuelo, de casi 30.000 hectáreas. A principios del siglo XVIII se subdividió y una de las fracciones fue comprada por Juan de Zamora que modernizó las técnicas y prácticas agrícolas y reconstruyó el paso que permitía cruzar el río Matanza. El cruce era muy utilizado y pronto fue conocido como paso de Zamora. Luego compró las tierras la Compañía de Jesús, y cuando los jesuitas fueron expulsados, la Junta de Temporalidad vendió la hacienda y esclavos. En 1801, se la transfirió a la Real Hacienda, denominándose Estanzuela del Rey, y fue destinada para el pastoreo, cuidado y cría de caballos para el ejército.
A principios del siglo XX un loteo denominó a la zona como “la tierra prometida”, y se destacando su fácil acceso desde la Capital, con el Tranvía de Floresta, que llegaba hasta Puente La Noria. Incluía entre las ventajas que ofrecía el lugar la futura canalización del Riachuelo y línea de tranvías a vapor que la uniría con Puente Alsina, supuestamente próxima a inaugurarse. Paralelamente, y a partir de una concesión provincial, comenzó la construcción del primer tramo del Ferrocarril Midland en 1907, a cargo de la empresa constructora Hume Hnos. Para noviembre de ese año el tendido de vías llegaba aproximadamente hasta el Puente de la Noria. Los pobladores de esa zona, que necesitaban contar con un servicio ferroviario, realizaron las gestiones pertinentes para habilitar al servicio público el tramo de 13 kilómetros recientemente construido. Un acuerdo firmado por las autoridades del gobierno provincial y la empresa constructora permitió la edificación de la estación La Noria, realizándose el primer viaje entre la cabecera y esta última el 8 de enero de 1908, con una formación conformada por una locomotora Koppel 0-6-0T que llevaba un solo coche. El 15 de junio de 1909, el directorio del Ferrocarril Midland, dispuso el cambio de nombre de la estación La Noria, por el de quien había sido el primer presidente de la Compañía, el Ingeniero Oliverio Budge.

Según el Manual de Estaciones de 1958, la estación Ingeniero Budge estaba habilitada para pasajeros, encomiendas, carga y telégrafo y era intermedia del ramal Puente Alsina-La Rica.
El 15 de diciembre de 1994 la Ley provincial Nº 11.58, convirtió a Ingeniero Budge en ciudad.

Libros y trenes: Osvaldo Soriano


Mini video realizado realizado por el Centro que ilustra un texto de Osvaldo Soriano. Con la entrañable voz de Alejandro Apo

lunes, 9 de abril de 2018

Estación Gerli



Cerca de fines del siglo XIX, se instalan la Tripería y Grasería de Juan Lavaisieri y los corrales de descanso del Frigorífico "La Negra" (en la chacra de Pedro Sansat, propietario de un comercio emblemático para la zona, la pulpería "La Mosca"). A fines de 1888 Wiis y Barber inaugura una fábrica de gas, que es comprada por Crane y Cía en 1889 y mas tarde se integra la Compañía Primitiva de Gas Coke de Barracas al Sud. El primer proyecto de urbanización de este paraje rural se concreta cuando, en 1895 Mariano Echenagucía es autorizado por la municipalidad de Barracas al Sud a lotear la quinta "Los Sauces". Las catorce manzanas trazadas constituyen la primera población de Gerli: Villa Echenagucía. 
Antes de la finalización del siglo XIX Antonio Gerli autorizó al Ferrocarril del Sud a construir un apeadero y una playa de maniobras en los terrenos de su propiedad, a seis kilómetros de Constitución. La cesión se hizo definitiva por escritura pública el 16 de mayo de 1910. En reconocimiento al gesto, la empresa le impuso a la parada el nombre del donante, que en   1909 había obtenido la aprobación municipal para parcelar en veinticinco manzanas las tierras situadas a los lados de la vía principal. En un sector de las mismas construye una fábrica de tejidos de punto.
Por esos años Gerli se transformaba: se instalaron nuevas industrias y aumentó la radicación de nuevas familias. En 1908 Fiorito Hnos. había rematado  lotes en lo que hoy se conoce como Villa Aurora.



En agosto de 1915 la Provincia de Buenos Aires y la empresa Ferrocarril del Sud acuerdan que esta última construiría en el lugar un puente o viaducto a alto nivel sobre la playa de maniobras, comprometiéndose el gobierno provincial a financiar una parte de la obra (195.000 pesos). En 1921 se presenta el proyecto de construcción del Viaducto Gral. Manuel Belgrano (conocido como Puente Gerli) que contemplaba un acceso a la Estación Gerli. El puente, que fue construido en Inglaterra y armado aquí, tiene tres tramos metálicos de 49,50 y 53 metros de luz y sin duda alguna facilitó el tránsito por el Camino Afirmado a La Plata. La estructura actual es la original, excepción hecha de las paredes laterales.
Nuevos loteos continuaron dándole forma al pueblo, que a partir de 1944 se reparte entre dos partidos: Avellaneda y el recientemente creado 4 de Junio (hoy Lanús). En 1960 se logró la ansiada oficialización de su nombre, gestionada desde 1916. En 1975 es declarada ciudad.



El 9 de septiembre de 1980 se produce un incendio en la Estación Gerli, que afecta el edificio de madera y chapa. La estación es desactivada por algunos años, hasta su reconstrucción y reactivación, ya electrificado el servicio de trenes.



Estación Ringuelet





Parada María Sánchez de Mendeville


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La parada María Sanchez de Mendeville se ubica en el Km 14,5 entre las estaciones Aldo Bonzi y José Ingenieros. Se encuentra en la ciudad de Aldo Bonzi, en el límite con Ciudad Evita dentro del partido de la Matanza, debajo del puente de la ruta 4.



A pesar que el nomenclador dice María Sánchez de Mendeville y su acta de bautismo María de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo la figura que recuerda pasó a la historia como Mariquita Sánchez de Thompson. Nació el 1º de noviembre de 1786 en Buenos Aires. Pertenecía a una familia de las mas  importantes y poderosas del Virreinato y por ello tuvo acceso a una formación notable para una mujer de su época. A los quince años se enfrentó con sus padres, que, basándose en la Real Pragmática sobre Hijos de Familia, se negaban a autorizar su matrimonio con Martín Thompson. Inició un juicio de disenso ante el virrey Sobremonte, quien finalmente autoriza la boda. Probablemente una de las mas notables mujeres de la elite rioplatense de su tiempo, tuvo amistad e intercambio profuso de cartas con los hombres mas importantes de su época.
Adhirió a la causa independentista y, según un relato histórico nunca confirmado del todo, fue en una de las tertulias  realizadas en su casa de la calle “del Empedrado” (hoy Florida) donde se entonó por primera vez el Himno Nacional, el 14 o 25 de mayo de 1813. Lo cierto es que mas allá de este hecho anecdótico, asistían a esas reuniones Pueyrredón, Monteagudo, Alvear, entre otros miembros caracterizados de la Sociedad Patriótica o la Logia Lautaro, y es muy posible que en esos salones se habrán entablado discusiones y pergeñado acuerdos políticos de importancia. Viuda y con cinco hijos desde 1819, al año siguiente se vuelve a casar, con el cónsul francés Jean Baptiste de Mendeville, con quien tuvo tres hijos. Felipe Pigna menciona una curiosidad acerca de este matrimonio: a partir de 1836, cuando Mendeville fue destinado como cónsul en Quito, Mariquita con sus hijos se quedó en Buenos Aires y sólo tuvo contacto epistolar con su marido, muerto en 1863 en Francia.
Entre 1839 y 1843 se expatrió preventivamente a Montevideo, temiendo sufrir alguna hostilidad de Rosas, amigo de su infancia. Fue sin dudas una mujer influyente, interesada en la política y el arte, que no temió polemizar con los hombres mas destacados. Falleció a los 81 años, el 23 de octubre de 1868.

La batalla de la estación Ringuelet





En julio de 1893 el clima político del país era bastante extraño. Era presidente Luis Sáenz Peña, pero quien movía los hilos del gobierno era sin dudas Carlos Pellegrini. Luego de la renuncia de Escalante primero y Cané después, Pellegrini convence al presidente para convocar a Aristóbulo del Valle para que lidere un nuevo gabinete. El nuevo ministro acepta convencido de poder encabezar una “revolución desde arriba” que permita “darle garantías al pueblo para que el pueblo las diera al gobierno”. El 5 de julio asume, el 8 de ese mes ordena desarmar las milicias provinciales y el 23 se realizan elecciones limpias en las que Alem es elegido senador. Probablemente animados por este cuadro es que dos paridos políticos irán por mas, iniciando en la provincia de Buenos Aires lo que con ironía José María Rosa llama “las revoluciones vía Quilmes y vía Témperley"





Los hechos fueron los siguientes: el 29 de julio a las 0 horas, el radicalismo inicia (simultáneamente con San Luis y Santa Fe) un alzamiento en el que se apoderan de varios municipios y del nudo ferroviario de Témperley, concentrándose allí para luego marchar hacia La Plata y formando un comité revolucionario que designa a Juan Carlos Belgrano como gobernador interino; al mismo tiempo los partidarios de Mitre y del Partido Cívico parten desde Constitución, concentran fuerzas en Barracas al Norte, avanzan tomando la comisaría de  Barracas al Sur y en la madrugada del 30 marchan hacia La Plata utilizando el ferrocarril y acantonándose en Pereyra. El 8 de agosto renuncia el gobernador y ambas columnas se ponen en marcha. Los radicales quedarán varados en Mármol, por una obstrucción en las vías, y los cívicos al mando del general Manuel Campos avanzarán hasta la estación Ringuelet, donde el coronel Falcón y un batallón de guardiacárceles, los reciben a tiros. El enfrentamiento es conocido como la batalla de Ringuelet y según el parte de Campos tres personas resultaron muertas y quince heridas. El ministro del Valle llega desde la Plata en una locomotora y ordena a Falcón que cese la persecución de los revolucionarios y entregue las armas, evitando que las bajas fueran mas numerosas. El 9 de agosto ambas columnas reinician la marcha: los cívicos avanzan hasta Tolosa y luego entran en La Plata, donde acampan en la plaza principal. Intimados por el ministro de guerra a desarmarse regresarán a la capital por tren; los radicales partirán desde Mármol y la formación que los transporta llegará a La Plata al atardecer. Del Valle reconoce al radical Belgrano como gobernador provisorio. Enterado de esta situación y temiendo que todo salga definitivamente de su cauce y afecte los intereses de una élite gobernante que no quería perder sus privilegios, Pellegrini viene desde Salta a poner orden: obliga a renunciar a del Valle y nombra un nuevo gabinete que dispone la intervención de las provincias alzadas y hace fracasar la revolución.

El ferrocarril en San Marino

                               La República de San Marino tiene poco más de 30.000 habitantes y 61 km cuadrados de superficie. Está ubicada ...