miércoles, 8 de noviembre de 2017

Hurlingham



No está documentado el origen de nombre de Hurlingham, aunque nadie duda de la relación del mismo con la numerosa comunidad británica que habitaba la zona. Una hipótesis sugiere que la denominación recuerda al Hurlingham Park, un lugar en Londres. Pero la mayoría acepta como referencia ineludible al Hurlingham Club, fundado en 1888 por residentes ingleses para practicar polo y hurling, un deporte de origen celta, muy jugado en Irlanda y Escocia. Este deporte da el nombre al club, por lo que podemos decir que da también el nombre a la ciudad.

Hacia fines de 1889 las familias Drysdale y Ravenscroft representando los intereses de los pobladores de la zona presentaron una carta a los directivos del Ferrocarril de Bs As al Pacífico solicitando la instalación de una parada ferroviaria en el nuevo pueblo, que se llamaría como este, Hurlingham. La respuesta es positiva, autorizándose la construcción de un edificio provisorio y habilitando finalmente al servicio público la estación en el primer semestre de 1890. Operaba con pasajeros, encomiendas, carga y telégrafo.

William Morris


En 1857, el juez de Paz de Morón encomendó al ingeniero Adolfo Soudaux la mensura de los terrenos fiscales en las cercanías del Paso Morales, en la actual localidad de William Morris. Allí se estableció el molino harinero de la familia Langevin, donde trabajaban 30 personas que se afincaron en la zona, conformando el primer asentamiento del partido de Hurlingham. El Paso Morales era un puente que sobre el río de las Conchas (Reconquista), y resultaba imprescindible para atravesarlo.
En 1862 abre sus puertas el almacén de ramos generales de Nicolás Macciavelo, otro comercio emblemático. De a poco va poblándose la zona, que recibe un importante espaldarazo con la habilitación de la estación ferroviaria de Hurlingham en 1890. En ese año se asientan en tierras que hoy forman parte de William Morris las caballerizas del Hurlingham Club.

No obstante el crecimiento demográfico y progreso la zona no tenía un nombre propio que la designara, siendo conocida como Hurlingham Oeste. En 1958 un grupo de vecinos solicitan a las autoridades del Ferrocarril General San Martín la habilitación de una estación a la altura del kilómetro 29. La inauguración se efectivizó el 25 de mayo de 1958 y su nomenclador homenajeó a William C. Morris, destacado educador, fundador y director general de las Escuelas Filantrópicas Argentinas, del Templo “San Pablo” y del Hogar “El Alba”. El nombre pronto identificó a toda la zona. 

Una milonga ferroviaria. Estación Puente Alsina: cuna de Edmundo Rivero



                 Puente Alsina 
                           y
               Edmundo Rivero







Por decreto emitido el 16 de septiembre de 1904 la Provincia de Buenos Aires autorizó a Enrique Lavalle y Compañía a construir y explotar un ferrocarril de trocha angosta entre Puente Alsina y Carhué. Lavalle transfirió la concesión a la empresa Buenos Aires Midland Railway Company Limited, que realizó los trabajos correspondientes al tendido de las vías. El 15 de junio de 1909 se habilitó el primer tramo hasta San Sebastián, aunque en el viaje inaugural llegó sólo hasta La Rica, en Chivilcoy, ya que esta localidad contaba con una estación del Ferrocarril del Oeste, línea por la cual emprendería el regreso la comitiva oficial. El tendido  se completó hasta Carhué el 1º de julio de 1911.
La cabecera, Puente Alsina, era una estación de primera categoría y se habilitó al servicio público el día de ese viaje inaugural. Según el Manual de estaciones de 1958, se encontraba habilitada para operar con pasajeros, encomiendas, carga, telégrafo y hacienda.



La estación debe su nombre al histórico puente que une a la ciudad de Buenos Aires con la Provincia. El primer puente se construyó en 1855 pero no resistió las crecientes del río igual que su sucesor; al tercer puente lo bautizaron Valentín Alsina, por el político argentino que gobernaba la provincia. En 1910 se construyó uno de hierro y finalmente el actual, de llamativo estilo neocolonial, se inauguró en 1938. Denominado posteriormente Uriburu, por el militar que derrocara a Yrigoyen en 1930, en 2002 la Legislatura porteña puso las cosas en su lugar y volvió a llamarse Puente Alsina. La estación, por suerte, no modificó su denominación en ningún momento.
Al Midland nunca se le permitió acceder a la Capital Federal, lo que limitó su crecimiento tanto para el tráfico de pasajeros como el de carga. Gracias a un gesto amistoso de otra compañía inglesa, durante algunos años en Puente Alsina podían los pasajeros pasar a un coche motor a vapor del Ferrocarril del Sud y en él llegar hasta Solá.


Un ícono de la cultura popular argentina, hijo del jefe de la estación don Máximo Rivero, el cantante Edmundo Rivero, nació allí el 8 de junio de 1911. Rivero falleció el 18 de enero de 1986. Miembro de número de la Academia Nacional del Lunfardo y factótum del legendario reducto tanguero “El Viejo Almacén”, fue probablemente el mejor intérprete del tango que describe el barrio que lo vio nacer, cuya letra transcribimos a continuación.

Puente Alsina (Tango). Música y letra Benjamín Tagle Lara

¿Dónde está mi barrio, mi cuna maleva?
¿Adónde la cueva, refugio de ayer?
Borró el asfaltado, de una manotada,
la vieja barriada que me vio nacer...
En la sospechosa quietud del suburbio,
la noche fue un turbio drama pasional
y, huérfano entonces, yo, el hijo de todos,
rodé entre los lodos de aquel arrabal.

Puente Alsina, que ayer fuera mi regazo,
de un zarpazo la avenida te alcanzó...
Viejo puente, solitario y confidente,
sos la marca que, en la frente,
al progreso le ha dejado
el suburbio rebelado
que a su paso sucumbió.

Yo no he conocido caricias de madre...
Tuve un solo padre que fuera el rigor
yo llevo en mis venas, de sangre maleva,
gritando una gleba su crudo rencor.

Porque me lo llevan, mi barrio, mi todo,
yo, el hijo del lodo lo vengo a llorar...
Mi barrio es mi vieja que ya no responde...
¡Que digan adónde lo han ido a enterrar!

Puente Alsina, ¿donde está ese malevaje
fiel criollaje
que hasta ayer te defendió?
Se enconaron
pero todos se arrollaron
Y callados contemplaron
Cuando a tajos la avenida
hizo ojales en tu vida
que por ahi se desangró.

Estación Villa Caraza




En 1906 se forma la Compañía Ferrocarril Midland con la intención de tender una línea férrea que conectara la Capital con Carhué.
El 15 de junio de 1909 se libra al servicio público la primera sección, que partiendo desde Puente Alsina en Barracas al Sud llegaba hasta Chivilcoy y que incluía la estación Villa Caraza.
Ubicada en el partido de Lanús, rinde homenaje en su nomenclatura a Carlos Caraza, funcionario del Banco de la Provincia de Buenos Aires y propietario de las tierras en la que se construye la estación. También edificó en tierras de su propiedad una pintoresca construcción que era conocida como el “Castillo Caraza”


En el manual de estaciones de 1958 figura como parada sólo habilitada para ascenso y descenso de pasajeros.

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