En 1928, el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rojas le solicitó al presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, la construcción de un vagón laboratorio y vivienda para la Misión de Estudios de Patologías Regionales Argentinas (MEPRA), que estudiaba las enfermedades endémicas en las provincias del norte argentino, estaba dirigida por Salvador Mazza y tenía sede en San Salvador de Jujuy. El presidente asignó por decreto los fondos para la construcción y encargó a la AGFE la tarea. El vagón, denominado E 600, fue construido en los Talleres de Tafí Viejo, en la provincia de Tucumán, Entregado en junio de 1930, unas semanas después ya estaba operativo.
Locomotoras pertenecientes
a los ferrocarriles del Estado remolcaban al vagón laboratorio a los mas
alejados lugares del norte argentino. Cuando volvía a la capital jujeña, el vagón
descansaba en un desvío construido en la sede del MEPRA.
El vagón laboratorio se utilizó hasta 1946, cuando el MEPRA
se trasladó a BsAs. Abandonado, se vendió como rezago algunos años después.
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