En 1857, el juez de Paz de Morón encomendó al
ingeniero Adolfo Soudaux la mensura de los terrenos fiscales en las cercanías
del Paso Morales, en la actual localidad de William Morris. Allí se estableció
el molino harinero de la familia Langevin, donde trabajaban 30 personas que se
afincaron en la zona, conformando el primer asentamiento del partido de
Hurlingham. El Paso Morales era un puente que sobre el río de las Conchas
(Reconquista), y resultaba imprescindible para atravesarlo.
En 1862 abre sus puertas el almacén de ramos generales
de Nicolás Macciavelo, otro comercio emblemático. De a poco va poblándose la
zona, que recibe un importante espaldarazo con la habilitación de la estación
ferroviaria de Hurlingham en 1890. En ese año se asientan en tierras que hoy
forman parte de William Morris las caballerizas del Hurlingham Club.
No obstante el crecimiento demográfico y progreso la
zona no tenía un nombre propio que la designara, siendo conocida como
Hurlingham Oeste. En 1958 un grupo de vecinos solicitan a las autoridades del
Ferrocarril General San Martín la habilitación de una estación a la altura del
kilómetro 29. La inauguración se efectivizó el 25 de mayo de 1958 y su
nomenclador homenajeó a William C. Morris, destacado educador, fundador y
director general de las Escuelas Filantrópicas Argentinas, del Templo “San
Pablo” y del Hogar “El Alba”. El nombre pronto identificó a toda la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario