La parada
Presidente Illia del Ferrocarril Belgrano Sur está ubicada en Villa Soldati en
la comuna 8 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y permite combinar con el
Premetro, ya que se encuentra al lado de la parada homónima de este medio de
transporte.
Su nombre rinde
homenaje a Arturo Umberto Illia medico ferroviario y presidente de la
República. Nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires, el 4 de agosto de
1900. Se recibe de bachiller en marzo de 1918, después de haber rendido en
condición de libre las materias del último año, e inmediatamente ingresa en la
Facultad de Medicina de la UBA. Allí
comienza su militancia política y en 1922 es elegido Secretario del Comité
Universitario de la UCR de Capital Federal.
Obtiene el título
de médico en 1927 y, según algunos de sus biógrafos siguiendo el consejo del
presidente Yrigoyen, acepta un puesto en el Servicio Médico de los talleres de
Cruz del Eje, Córdoba. Una vez instalado allí, comienza su actividad política
en la provincia. Según fuentes imparciales, incluyendo algunos dirigentes
ferroviarios peronistas, se recuerda que durante su labor como médico laboral
no se circunscribió al control de los obreros enfermos: desinteresadamente
atendió a familiares y vecinos de estos. Se movilizaba en una ambulancia perteneciente
al ferrocarril. Por su militancia y sentimiento yrigoyenista fue cesanteado por
las nuevas autoridades apenas acaecido el golpe del 6 de septiembre de 1930.
En 1935 resulta
electo senador provincial por el departamento de Cruz de Eje y en 1940
vicegobernador, acompañando al Dr Santiago del Castillo. El golpe de 1943 lo destituye. Presidente del Comité
provincial de la UCR en 1947, en 1948 es diputado nacional. Resultó ganador en
las elecciones para gobernador de la provincia en 1962 pero estas son anuladas
por presión de los militares. Finalmente, en 1963 triunfa en las elecciones
nacionales y alcanza la primera magistratura, la que asume el 12 de Octubre de
ese año.
Su gobierno se
destaca por la existencia de un amplio respeto por las libertades individuales
(aunque es cierto que el peronismo continuó proscripto) un gran movimiento
cultural y en lo económico por dos hechos que le acarrearían la enemistad de
enemigos muy poderosos: la anulación de los contratos petroleros firmados por
Frondizi y la negativa a recurrir al FMI. La anunciada intención de anular la
proscripción del justicialismo y la actitud personalista del líder sindical
Vandor (que intentaba posicionarse como líder de un peronismo “sin Perón”)
colaboraron para aumentar la resistencia al gobierno.
Una despiadada e injusta campaña cívico-militar de la que tomó parte un amplio sector de la prensa, se burlaba del presidente presentándolo como una tortuga y acusándolo de lento y titubeante, lo que fue minando su autoridad. Finalmente ell 28 de junio de 1966 un golpe al mando del general Onganía lo derrocó.
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