La parada ferroviaria, nominada inicialmente Kilómetro 19,448, y luego Estación Turdera, se habilitó el
8 de marzo de 1909. Su nombre, recuerda
a las hermanas Inés y María Eugenia Turdera, que donaron las tierras en donde
se construyó. Las señoras habían heredado las tierras que originalmente eran
conocidas como “Loma de las hormigas”, las que luego lotearon.
El acto fundacional de Villa Turdera sucede el 30 de enero de
1910 cuando se coloca la piedra fundamental
de la Iglesia San Pablo. El plano del pueblo
fue realizado por el constructor Riziero Preti y el primer remate de tierras se
había realizado en 1908. Fueron 3500 lotes que
salieron a la venta a 1.500 y 2000 pesos cada uno a pagar en 80 meses. Los planos definitivos fueron aprobados en junio
de 1910.
El tendido férreo no fue fácil
y el Ferrocarril del Sud debió construir la vía “en trinchera”, ya que a la
altura de la estación Turdera el terreno se encuentra en una loma a 25 metros
sobre el nivel del mar. El edificio también está a bajo nivel. Junto a la
parada se construyó un puente carretero de ladrillos que al ensancharse la
avenida Yrigoyen se demolió, reemplazándolo por otro de hormigón.
La
estación se habilitó para pasajeros, encomiendas y telégrafo, recibiendo y
despachando cargas por vagón completo únicamente y maquinaria pesada sólo con
previo arreglo.
Muchos de los
pasajeros del ferrocarril que se bajaban en Turdera iban al templo de María
Salomé Loredo y Otaola viuda de Subiza, mas conocida como la Madre María. En la calle 9 de julio 720 se halla la
casa de la familia Bisighini, que en noviembre de 1915 albergó a un
verdadero mito popular: la Madre María. Como predicaba la austeridad y
consideraba que su vida debía ser consecuente con sus palabras pronto se mudó a
una casa de madera y chapas, pero la familia construyó un templo para difundir
su doctrina. Numerosos adeptos asistían a escuchar sus prédicas que
continuarían sus "apóstoles". El templo de Turdera fue epicentro de
numerosas campañas de ayuda solidaria, además de un lugar de prédica y de
recogimiento espiritual. El 2 de octubre de 1928 en Temperley se produce su
muerte, que había anunciado tres meses antes. Se produce entonces una
gigantesca muestra de dolor popular por parte de la gente que, según La Nación
“hallaba en la elemental taumaturgia de la Madre María lo que la ciencia no
puede ofrecer y la religión se niega a dar”. Una multitud la veló en su
casa de Turdera y la acompañó hasta el Cementerio del Oeste (Chacarita).
Muy buen artículo
ResponderEliminar