La parada ferroviaria se habilitó al servicio
público el 15 de Abril de 1939 como Apeadero Km. 29,612 sólo para ascenso y
descenso de pasajeros (“…el equipaje que no sea bulto de mano deberá ser
cargado o descargado, según el caso, por el interesado directamente en el
furgón…”, nos dice el Manual de Estaciones) y dependía del jefe de la estación
Bosques.
Ubicada en el cruce de las vías del ramal con el
Camino General Belgrano, esta habilitación respondió a un reclamo vecinal y fue
decisiva para la radicación de nuevas familias en la localidad.
Un plano utilizado en uno de los loteos realizados
en aquella época se refiere a la zona como el pueblo Juan Díaz de Solís, pero
el uso de tal denominación no se generalizó. El 28 de octubre de 1949 las
autoridades nacionales, ya a cargo de los ferrocarriles, le impusieron el
nombre de Carlos Tomas Sourigues a la parada.
Carlos Tomas Sourigues nació en Bayona, Francia, el 21 de diciembre
de 1805. Llegó a Buenos Aires entre 1835
y 1840 y obtuvo del gobierno de Rosas licencia para enseñar francés y
matemáticas. Además efectuó trabajos urbanísticos en la ciudad de Buenos Aires
y cumplió por encargo de Rosas algunas misiones políticas. En 1850 se trasladó
a Gualeguay, donde trabajó como maestro y agrimensor. Presidió el Departamento
Topográfico de Entre Ríos y desempeñó distintos cargos políticos y militares en
la provincia, alcanzando el grado de coronel. La revolución de López Jordán lo
encuentra a cargo de la jefatura política de Concepción del Uruguay, entonces
capital de la provincia. El 12 de julio de 1870 morirá luchando contra los
insurrectos.
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